Señores Regidores

Municipalidad Metropolitana de Lima

Como podrán leer en el Artículo 2, inciso "d" "Actos Discriminatorios", número 6, dentro de estos actos están los que "prohíban muestras públicas de afecto en locales comerciales de atención al público en general y/o espacios públicos".
Es decir, copiando lo que ya ha sucedido en otros países (esta es una agenda global), aún cuando está mal visto y no se permite que dos heterosexuales, es decir, un hombre y una mujer -así sean matrimonio- se estén besando apasionadamente en la boca en un local público ya que dicha muestra de afecto corresponde a la intimidad, en caso dos hombres homosexuales o dos mujeres lesbianas se les antoje hacerlo, todo el mundo debe callarse y soportar la escena, bajo la amenaza de ser clasificados como "homofóbicos"; en el caso de locales, podrán ser multados y clausurados.

El número "10" es mejor, ya que serán sancionadas "Otras restricciones o distinciones que no se encuentren establecidas por Ley". Es decir, la perfecta Ley Mordaza: no se atrevan ni a pestañear frente a la privilegiada casta de los homosexuales, porque cualquier movimiento o gesto que les roce su sensibilidad puede caer en esta vaga categoría.
En el Artículo 7, establecen que todos los establecimientos comerciales, culturales y educativos deben exhibir un cartel no menor a 21x29.7 centímetros (tamaño A4) en un lugar visible a la ciudadanía, que diga: "Esta ciudad y este local respetan la igualdad por identidad de género y orientación sexual", junto con el número de la ordenanza.
Al margen de la normal compasión que las personas que sufren de una psicopatología sexual por el profundo desorden afectivo que padecen nos pueda producir, el hecho de que el municipio de Lima o la señora Villarán pretendan imponer esta vergonzosa agenda política a todos los limeños, pisoteando la libertad de pensamiento en materia de sexualidad y despreciando los principios morales y religiosos de una población, es algo que debe ser denunciado enérgicamente.

Algo aún mucho más grave: el 28 de julio, de acuerdo a un plan piloto, todos los colegios estatales van a pasar bajo control de la municipalidad, por lo que, al igual que ha venido sucediendo en otros países, la educación de los niños estará amenazada por la perversión desde la más temprana edad. Dicho de otra manera, la propuesta consiste en que a los niños desde inicial, primaria y segundaria, se les enseñe que en materia de sexualidad todo es igual de valioso y que cualquier práctica u “orientación sexual” es digna de aprecio y valoración positiva. Se pretende así imponer una normalización social de la homosexualidad y la transexualidad desde la escuela como si tal visión de las cosas fuese la única legítima y admisible. Y además al servicio de este intento de reingeniería social, el “homosexualismo político” pretende involucrar en esta ordenanza y al sistema educativo en claro desprecio a la libertad y el pluralismo. En una sociedad libre nadie puede imponer a los demás su visión de la sexualidad, ni de las conductas homosexuales en particular, ni pretender que el Municipio de Lima, ponga al servicio de esa imposición la escuela de todos y de nuestros hijos.

Lima, Junio de 2011

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