CARTA ABIERTA A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL Y ORGANIZACIONES INTERNACIONALES DE APOYO A LA DEMOCRACIA
Nosotros, los
ciudadanos de la República de Nicaragua y Miembros de la RESISTENCIA
NICARAGUENSE, que somos amantes de la
democracia y del Estado de Derecho, nos sentimos en la obligación y la
necesidad de denunciar ante la opinión pública internacional los constantes
abusos y violaciones a nuestros derechos y libertades, y a nuestra Constitución
por parte del ciudadano Presidente Daniel Ortega Saavedra. Durante el tiempo que lleva en el poder,
Daniel Ortega ha violado nuestra Carta Magna 67 veces, lo cual demuestra su
total desprecio por el Orden Jurídico y sus inclinaciones totalitarias
El Presidente Ortega intenta perpetuarse en el poder a toda costa y
convertirse en la cabeza de una nueva dinastía al mejor estilo de la familia
Somoza, que tanto dolor, lágrimas y
sangre dejó a nuestro pueblo. Y al mejor
estilo de esa familia, se ha enriquecido enormemente, y de una forma vertiginosa
se ha convertido en un magnate que posee empresas de todo tipo. Para conseguir
sus objetivos, está utilizando todos los medios a su alcance, principalmente
los que le han sido facilitados por el contubernio que mantiene con el ex
presidente Arnoldo Alemán Lacayo, líder del Partido Liberal Constitucionalista
(PLC), y quien proporciona una parte de los funcionarios serviles y corruptos
que controlan los cuatro Poderes del Estado.
Al igual que Anastasio Somoza, Daniel Ortega está logrando hacer que la
Policía Nacional y el Ejército pierdan la incipiente neutralidad que estaban consiguiendo,
al “alinearlos” al partido que ha convertido en propiedad suya y de su familia,
y ha transformado a estas dos instituciones en cómplices de los abusos de su
gobierno y de sus “ turbas” que son utilizadas como arma para atemorizar y
desanimar, por medio del terror y la violencia,
cualquier movimiento de protesta o manifestación pública que la
ciudadanía intente realizar.
La ciudadanía está indefensa ante las diversas formas de persecución y
hostigamiento en contra de cualquier persona que no simpatice con su
gobierno/partido. No es posible sentirse
seguros bajo un gobierno que se queda mudo y no da explicaciones ni
aclaraciones sobre las “oportunas” muertes de personas que participaban en
política, pero que no estaban mostrando disposición alguna a agachar la
cabeza, obedecer y actuar a la conveniencia de Ortega.
En los década de los 80s Ortega controlaba a la ciudadanía por medio de
los Comités de Defensa Sandinista (CDS).
Hoy el FSLN ha creado los llamados Consejos del Poder Ciudadano (CPC),
que bajo el mando de Rosario Murillo, (la poderosa mitad del binomio
Ortega-Murillo), constituyen el nuevo esquema organizativo para ejercer la
“democracia directa”, y cuyos supuestos objetivos son desarrollar y ejecutar
los proyectos sociales del gobierno (Hambre Cero, Usura Cero, Casas para el
Pueblo, etc.) Estos Consejos están
integrados por gente fanatizada que ha sido comprada mediante prebendas y la
facultad de ejercer el poder al desplazar la autoridad de los funcionarios
debidamente nombrados en los Ministerios, Entes Autónomos y Alcaldías, con lo
que el matrimonio Ortega-Murillo eventualmente controlará absolutamente todo
desde su casa/Despacho Presidencial/Secretaría del FSLN.
En todas y cada una de las entidades estatales y oficinas públicas, el
gobierno de Ortega ha despedido a personal capacitado y con experiencia, y los
ha reemplazado por gente sin preparación pero que son comprobados
Sandinistas/Orteguistas y obedecen ciegamente a él y al Partido.
Daniel Ortega está también manipulando
la Fe Católica que una parte del
pueblo nicaraguense profesa, mediante la
influencia que el ya tristemente célebre Cardenal Miguel Obando y Bravo todavía
pueda tener sobre las masas, y quien se ha plegado a los caprichos del
dictador, a cambio de beneficios económicos y poder para él y para su
protegido, el repudiado, despreciado
y detestado Presidente Presidente del Consejo
Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas Reyes.
El Presidente Daniel Ortega Saavedra se alzó con una victoria amañada
en las Elecciones Municipales de Noviembre del 2008, con la directa y total
colaboración del Consejo Supremo Electoral (CSE), presidido por Roberto Rivas
Reyes, uno de los principales artífices del fraude en dichas elecciones, y
quien continúa a la cabeza de dicho Consejo, a pesar de habérseles vencido su
período tanto a él como al resto de Magistrados. Este mismo Consejo Supremo
Electoral, ilegal y corrupto, el 28 de Octubre recién pasado convocó a
elecciones para elegir al Presidente, Vice-Presidente, Diputados nacionales y
departamentales ante la Asamblea Nacional y ante el Parlamento Centroamericano
(PARLACEN), sin importar que no han sido legalmente electos para continuar en
sus respectivos cargos, y que aún a estas alturas, la mayoría de votantes de
las elecciones robadas del 2008, seguimos esperando que nos expliquen que
sucedió con los miles y miles de votos y todas las Juntas Receptoras que
“misteriosamente” desaparecieron. Por supuesto, nosotros sabemos muy bien qué
sucedió con ellos. Hay muchas fotografías que dan constancia de miles de votos
que fueron lanzados a diversos basureros cuando se dieron cuenta de que no
estaban ganando como esperaban, lo que los hizo cometer errores garrafales en
sus intentos desesperados de retener el poder.
El Presidente Ortega está legalmente y expresamente inhibido por
nuestra Constitución por el Artículo 147 para participar en las próximas
elecciones del 2011, por lo que el y sus secuaces se las han arreglado para
hacer mil y una reformas a nuestra Constitución de modo que pueda salirse con
la suya y reelegirse para otro quinquenio, en lo que claramente seria la
entronización de una nueva dictadura: La de la familia Ortega-Murillo. O como ellos lo llaman, “El Pueblo
Presidente” o “El Gobierno de los Pobres”.
Esto último está cobrando mucho sentido ahora, ya que este gobierno
nefasto y corrupto ha convertido en pobres a todos los nicaragüenses.
Nicaragua ha sido convertida por Ortega, en refugio de delincuentes y
terroristas internacionales, a quienes su gobierno les brinda todo tipo de
ayuda y protección, con más diligencia y comedimiento que a los mismos
nacionales. Y por si eso fuera poco, nos
está volviendo unos siervos del dictador venezolano Hugo Chávez, a través de la
Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA) y de la ayuda que presta
supuestamente para el pueblo, la cual está siendo usada para único beneficio y
enriquecimiento de Daniel Ortega, su familia, partido y allegados. En fin, está adueñándose poco a poco y
contundentemente de Nicaragua entera, la que, de consumar el fraude que él y
sus incondicionales planean, pronto será su hacienda particular, irónicamente
emulando las intenciones de Anastasio Somoza Debayle en su época.
Tristemente, señores, los nicaragüenses estamos siendo pisoteados y
despojados de toda esperanza para el futuro nuestro y de nuestros hijos, debido
al nuevo pacto de Daniel Ortega con Arnoldo Alemán, puesto que ambos saben que
sus probabilidades de ganar en las elecciones del 2011 no son muy altas. Daniel Ortega cuenta únicamente con un 38% de
los votos (el voto cautivo) o quizás un poco más que eso debido a las
estrategias y políticas populistas que ha adoptado en los últimos meses con el
fin de hacerse con un número mayor de seguidores, pero sabe que tiene en contra
a la inmensa mayoría que de aliarse bajo
una sola bandera partidaria, daría al traste con sus sueños de convertirse en
el Fidel Castro de Centroamérica.
Producto del pacto, Arnoldo Alemán Lacayo consiguió ser amnistiado y
dejado en libertad sin cumplir la condena de 20 años que se merecía cien veces,
y ahora de ex-convicto ha pasado a ser nuevamente un candidato a la Presidencia
de la República. A pesar de ser
rechazado por la mayoría del pueblo, que jamás le perdonará haberlo traicionado
al haber actuado en contra de los
intereses del mismo, se ha mantenido empecinado en no ceder su lugar a nadie
más dentro de su partido, y se ha auto-erigido como el único líder capaz de
derrotar a Daniel Ortega.
Lo cierto es que Daniel Ortega Saavedra y Arnoldo Alemán Lacayo tienen
ya escrito el final de la historia, y este es uno en el que Ortega gana las
elecciones y Alemán conserva sus cuotas de poder político y económico, además
de su libertad, a cambio de hundir a
Nicaragua todavía más en la miseria y la desesperanza que todo gobierno
izquierdista/populista trae consigo.
Con este fin, se han estado llevando a cabo todas las componendas,
sobornos, extorsiones, chantajes y demás
arsenal de triquiñuelas que el FSLN de Ortega acostumbra usar, para
lograr que en una futura sesión de la Asamblea Nacional sea aprobada su
re-elección, y de este modo darle a su plan una cierta semblanza de
“legalidad”.
El plan del Presidente Ortega es tan maquiavélico que incluso se ha
provocado deliberadamente una crisis política con el vecino país del sur, Costa
Rica, para poder tapar todas las violaciones y barbaridades que está cometiendo
y así tranquilamente organizar su fraude, mientras desvía la atención pública
del proceso electoral del 2011 e intenta disminuir el revuelo que ha desatado
entre el pueblo la actuación de un Consejo Supremo Electoral (CSE) que ya no
goza absolutamente de ninguna credibilidad.
De paso, manipula nuestros sentimientos patrióticos para tratar de
conseguir nuestro total apoyo, lo cual le permitiría además, convertirse en
"el gran defensor de nuestra soberanía". Todo esto, además de haber iniciado
confrontaciones con nuestro vecino país del norte, Honduras, e incluso con
Colombia, creando una situación altamente volátil y peligrosa para la
estabilidad de la región.
En medio de todo este caos social y económico que reina en el país,
hemos vislumbrado un rayo de esperanza al observar que sí existen candidatos en
Nicaragua de los diferentes partidos demócratas, que cuentan con suficiente
influencia sobre el electorado como para unificar el voto de los otros partidos
y el de “los sin partido”.
Estos candidatos han demostrado ser personas con intereses únicos y
exclusivos al servicio de la nación, portando la rectitud y la honestidad como
su bandera y están ganando más simpatías cada día; cualquiera de ellos pondría
a Nicaragua nuevamente en el rumbo hacia la democracia, pero por el capricho y
las elucubraciones de Daniel Ortega y Arnoldo Alemán, su socio en todas sus
ilegalidades, quien en su desesperación por no regresar a prisión a pagar lo
que le resta de su deuda con la justicia y con el pueblo, ha solapado y
permitido todas las arbitrariedades de Ortega y del Consejo Supremo Electoral
de facto con que contamos, y ya han empezado a poner obstáculos y zancadillas a
quienes podrían ser la única opción para captar el voto de esa “mayoría
silenciosa” e iniciar lo que en Nicaragua nos hace falta: Una Revolución de la Honestidad.
Por todo lo antes expresado, estamos pidiendo ayuda a toda la Comunidad
Internacional y a todos los Organismos Internacionales de Apoyo y Protección a
la Democracia, para que ejerzan algún tipo de presión sobre el gobierno de
nuestro país con todos los medios que tengan a su alcance, de forma que sea
persuadido de permitir la observación internacional en las próximas elecciones,
y que cesen las violaciones a la Constitución y a los derechos de los
nicaragüenses.
Tambien les solicitamos toda la asistencia posible para que Daniel
Ortega sea enjuiciado por todos y cada uno de sus crímenes, ya conocidos por el
mundo entero (Navidad Roja, entre ellos), al igual que a todos los que han sido
sus cómplices en la sistemática destrucción de la institucionalidad y
gobernabilidad de nuestro país
Si las naciones democráticas no nos auxilian en esta empresa de
salvaguardar la pureza del proceso electoral del 6 de Noviembre del 2011,
Nicaragua podría estar indefectiblemente perdida en todos los sentidos, pues ya
Daniel Ortega con sus actitudes
dictatoriales y sus pobres decisiones, ha venido realizando su mejor esfuerzo
para aislarnos, provocando el retiro de la ayuda de la Comunidad Europea, y
ahuyentando la inversión extranjera que tanto necesitamos para nuestro
desarrollo económico y social.
Nicaragua está siendo saqueada, violada, escarnecida, y reducida a su
más mínima expresión por aquellos malos hijos que juraron defenderla y
protegerla. Los nicaragüenses estamos
cansados de soportar tantas vejaciones, tanta pobreza y tanto desempleo, y de
no poder ofrecer un futuro decente a nuestros hijos. Estamos cansados de tener que emigrar para
buscar una vida mejor, y de ser testigos impotentes de cómo todo lo que más
valoramos es impunemente destruido y pisoteado. Ejemplo de esto es el total
desprecio e irrespeto de nuestra sagrada bandera azul y blanco que ha
sustituido por la bandera rojinegra del partido de su propiedad en los actos
oficiales y públicos. Ya estamos
cansados de buscar justicia y jamás encontrarla y más bien terminar siendo
victimizados por el mismo sistema que está supuesto a defendernos.
Y como
corolario de todo lo antes expuesto, el Presidente Daniel Ortega envió tres
iniciativas de Ley el pasado 26 de Noviembre a la Secretaría de la Asamblea
Nacional, solicitando trámite de urgencia de las mismas, con la intención de
que fueran aprobadas a más tardar el lunes 6 de Diciembre del 2010. Dichas leyes ya fueron aprobadas el día de hoy
13 de Diciembre de 2010 por 70 diputados del FSLN, a pesar de que violentan la
Constitución Política, especialmente en lo pertinente a derechos ciudadanos
fundamentales. Tanto apuro solo pudo deberse a que estas leyes le podrán ahora
permitir llevar a cabo el reclutamiento forzoso de los ciudadanos (expresamente
prohibido en el Artículo 96 de nuestra Constitución) y además, supeditar el
poder civil al poder militar. Con esto, hemos dado un paso más a la
instauración de su dictadura.
Los nicaragüenses no deseamos que se derrame más sangre, no queremos
más guerra ni más violencia. Tampoco queremos ver a nuestros jóvenes siendo
forzados a alistarse en el ejército para que un dictador vea coronados sus
sueños de gloria a costas de nuestro dolor. Solo pedimos una oportunidad, un
respiro en esta cadena de desgraciados gobiernos que nos han esclavizado y
exprimido, para poder demostrarle al mundo que sí es posible hacer realidad
nuestros sueños de democracia, paz y libertad. Deseamos que se nos respete
nuestro derecho a la libre elección de nuestro destino, y que prevalezca la
voluntad de la mayoría. Ya no queremos dictaduras ni imposiciones. Queremos
paz, y eso depende directamente de que nuestros mas elementales derechos
ciudadanos y humanos sean respetados. ¡No a la Reelección! ¡No al Continuismo!
¡No a la Dictadura!
¡No al Socialismo del Siglo XXI!!!
RESISTENCIA NICARAGUENSE
Nosotros, los ciudadanos de la República de Nicaragua y Miembros de la RESISTENCIA NICARAGUENSE, que somos amantes de la democracia y del Estado de Derecho, nos sentimos en la obligación y la necesidad de denunciar ante la opinión pública internacional los constantes abusos y violaciones a nuestros derechos y libertades, y a nuestra Constitución por parte del ciudadano Presidente Daniel Ortega Saavedra. Durante el tiempo que lleva en el poder, Daniel Ortega ha violado nuestra Carta Magna 67 veces, lo cual demuestra su total desprecio por el Orden Jurídico y sus inclinaciones totalitarias
El Presidente Ortega intenta perpetuarse en el poder a toda costa y convertirse en la cabeza de una nueva dinastía al mejor estilo de la familia Somoza, que tanto dolor, lágrimas y sangre dejó a nuestro pueblo. Y al mejor estilo de esa familia, se ha enriquecido enormemente, y de una forma vertiginosa se ha convertido en un magnate que posee empresas de todo tipo. Para conseguir sus objetivos, está utilizando todos los medios a su alcance, principalmente los que le han sido facilitados por el contubernio que mantiene con el ex presidente Arnoldo Alemán Lacayo, líder del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), y quien proporciona una parte de los funcionarios serviles y corruptos que controlan los cuatro Poderes del Estado.
Al igual que Anastasio Somoza, Daniel Ortega está logrando hacer que la Policía Nacional y el Ejército pierdan la incipiente neutralidad que estaban consiguiendo, al “alinearlos” al partido que ha convertido en propiedad suya y de su familia, y ha transformado a estas dos instituciones en cómplices de los abusos de su gobierno y de sus “ turbas” que son utilizadas como arma para atemorizar y desanimar, por medio del terror y la violencia, cualquier movimiento de protesta o manifestación pública que la ciudadanía intente realizar.
La ciudadanía está indefensa ante las diversas formas de persecución y hostigamiento en contra de cualquier persona que no simpatice con su gobierno/partido. No es posible sentirse seguros bajo un gobierno que se queda mudo y no da explicaciones ni aclaraciones sobre las “oportunas” muertes de personas que participaban en política, pero que no estaban mostrando disposición alguna a agachar la cabeza, obedecer y actuar a la conveniencia de Ortega.
En los década de los 80s Ortega controlaba a la ciudadanía por medio de los Comités de Defensa Sandinista (CDS). Hoy el FSLN ha creado los llamados Consejos del Poder Ciudadano (CPC), que bajo el mando de Rosario Murillo, (la poderosa mitad del binomio Ortega-Murillo), constituyen el nuevo esquema organizativo para ejercer la “democracia directa”, y cuyos supuestos objetivos son desarrollar y ejecutar los proyectos sociales del gobierno (Hambre Cero, Usura Cero, Casas para el Pueblo, etc.) Estos Consejos están integrados por gente fanatizada que ha sido comprada mediante prebendas y la facultad de ejercer el poder al desplazar la autoridad de los funcionarios debidamente nombrados en los Ministerios, Entes Autónomos y Alcaldías, con lo que el matrimonio Ortega-Murillo eventualmente controlará absolutamente todo desde su casa/Despacho Presidencial/Secretaría del FSLN.
En todas y cada una de las entidades estatales y oficinas públicas, el gobierno de Ortega ha despedido a personal capacitado y con experiencia, y los ha reemplazado por gente sin preparación pero que son comprobados Sandinistas/Orteguistas y obedecen ciegamente a él y al Partido.
Daniel Ortega está también manipulando la Fe Católica que una parte del pueblo nicaraguense profesa, mediante la influencia que el ya tristemente célebre Cardenal Miguel Obando y Bravo todavía pueda tener sobre las masas, y quien se ha plegado a los caprichos del dictador, a cambio de beneficios económicos y poder para él y para su protegido, el repudiado, despreciado y detestado Presidente Presidente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Roberto Rivas Reyes.
El Presidente Daniel Ortega Saavedra se alzó con una victoria amañada en las Elecciones Municipales de Noviembre del 2008, con la directa y total colaboración del Consejo Supremo Electoral (CSE), presidido por Roberto Rivas Reyes, uno de los principales artífices del fraude en dichas elecciones, y quien continúa a la cabeza de dicho Consejo, a pesar de habérseles vencido su período tanto a él como al resto de Magistrados. Este mismo Consejo Supremo Electoral, ilegal y corrupto, el 28 de Octubre recién pasado convocó a elecciones para elegir al Presidente, Vice-Presidente, Diputados nacionales y departamentales ante la Asamblea Nacional y ante el Parlamento Centroamericano (PARLACEN), sin importar que no han sido legalmente electos para continuar en sus respectivos cargos, y que aún a estas alturas, la mayoría de votantes de las elecciones robadas del 2008, seguimos esperando que nos expliquen que sucedió con los miles y miles de votos y todas las Juntas Receptoras que “misteriosamente” desaparecieron. Por supuesto, nosotros sabemos muy bien qué sucedió con ellos. Hay muchas fotografías que dan constancia de miles de votos que fueron lanzados a diversos basureros cuando se dieron cuenta de que no estaban ganando como esperaban, lo que los hizo cometer errores garrafales en sus intentos desesperados de retener el poder.
El Presidente Ortega está legalmente y expresamente inhibido por nuestra Constitución por el Artículo 147 para participar en las próximas elecciones del 2011, por lo que el y sus secuaces se las han arreglado para hacer mil y una reformas a nuestra Constitución de modo que pueda salirse con la suya y reelegirse para otro quinquenio, en lo que claramente seria la entronización de una nueva dictadura: La de la familia Ortega-Murillo. O como ellos lo llaman, “El Pueblo Presidente” o “El Gobierno de los Pobres”. Esto último está cobrando mucho sentido ahora, ya que este gobierno nefasto y corrupto ha convertido en pobres a todos los nicaragüenses.
Nicaragua ha sido convertida por Ortega, en refugio de delincuentes y terroristas internacionales, a quienes su gobierno les brinda todo tipo de ayuda y protección, con más diligencia y comedimiento que a los mismos nacionales. Y por si eso fuera poco, nos está volviendo unos siervos del dictador venezolano Hugo Chávez, a través de la Alianza Bolivariana de las Américas (ALBA) y de la ayuda que presta supuestamente para el pueblo, la cual está siendo usada para único beneficio y enriquecimiento de Daniel Ortega, su familia, partido y allegados. En fin, está adueñándose poco a poco y contundentemente de Nicaragua entera, la que, de consumar el fraude que él y sus incondicionales planean, pronto será su hacienda particular, irónicamente emulando las intenciones de Anastasio Somoza Debayle en su época.
Tristemente, señores, los nicaragüenses estamos siendo pisoteados y despojados de toda esperanza para el futuro nuestro y de nuestros hijos, debido al nuevo pacto de Daniel Ortega con Arnoldo Alemán, puesto que ambos saben que sus probabilidades de ganar en las elecciones del 2011 no son muy altas. Daniel Ortega cuenta únicamente con un 38% de los votos (el voto cautivo) o quizás un poco más que eso debido a las estrategias y políticas populistas que ha adoptado en los últimos meses con el fin de hacerse con un número mayor de seguidores, pero sabe que tiene en contra a la inmensa mayoría que de aliarse bajo una sola bandera partidaria, daría al traste con sus sueños de convertirse en el Fidel Castro de Centroamérica.
Producto del pacto, Arnoldo Alemán Lacayo consiguió ser amnistiado y dejado en libertad sin cumplir la condena de 20 años que se merecía cien veces, y ahora de ex-convicto ha pasado a ser nuevamente un candidato a la Presidencia de la República. A pesar de ser rechazado por la mayoría del pueblo, que jamás le perdonará haberlo traicionado al haber actuado en contra de los intereses del mismo, se ha mantenido empecinado en no ceder su lugar a nadie más dentro de su partido, y se ha auto-erigido como el único líder capaz de derrotar a Daniel Ortega.
Lo cierto es que Daniel Ortega Saavedra y Arnoldo Alemán Lacayo tienen ya escrito el final de la historia, y este es uno en el que Ortega gana las elecciones y Alemán conserva sus cuotas de poder político y económico, además de su libertad, a cambio de hundir a Nicaragua todavía más en la miseria y la desesperanza que todo gobierno izquierdista/populista trae consigo.
Con este fin, se han estado llevando a cabo todas las componendas, sobornos, extorsiones, chantajes y demás arsenal de triquiñuelas que el FSLN de Ortega acostumbra usar, para lograr que en una futura sesión de la Asamblea Nacional sea aprobada su re-elección, y de este modo darle a su plan una cierta semblanza de “legalidad”.
El plan del Presidente Ortega es tan maquiavélico que incluso se ha provocado deliberadamente una crisis política con el vecino país del sur, Costa Rica, para poder tapar todas las violaciones y barbaridades que está cometiendo y así tranquilamente organizar su fraude, mientras desvía la atención pública del proceso electoral del 2011 e intenta disminuir el revuelo que ha desatado entre el pueblo la actuación de un Consejo Supremo Electoral (CSE) que ya no goza absolutamente de ninguna credibilidad. De paso, manipula nuestros sentimientos patrióticos para tratar de conseguir nuestro total apoyo, lo cual le permitiría además, convertirse en "el gran defensor de nuestra soberanía". Todo esto, además de haber iniciado confrontaciones con nuestro vecino país del norte, Honduras, e incluso con Colombia, creando una situación altamente volátil y peligrosa para la estabilidad de la región.
En medio de todo este caos social y económico que reina en el país, hemos vislumbrado un rayo de esperanza al observar que sí existen candidatos en Nicaragua de los diferentes partidos demócratas, que cuentan con suficiente influencia sobre el electorado como para unificar el voto de los otros partidos y el de “los sin partido”.
Estos candidatos han demostrado ser personas con intereses únicos y exclusivos al servicio de la nación, portando la rectitud y la honestidad como su bandera y están ganando más simpatías cada día; cualquiera de ellos pondría a Nicaragua nuevamente en el rumbo hacia la democracia, pero por el capricho y las elucubraciones de Daniel Ortega y Arnoldo Alemán, su socio en todas sus ilegalidades, quien en su desesperación por no regresar a prisión a pagar lo que le resta de su deuda con la justicia y con el pueblo, ha solapado y permitido todas las arbitrariedades de Ortega y del Consejo Supremo Electoral de facto con que contamos, y ya han empezado a poner obstáculos y zancadillas a quienes podrían ser la única opción para captar el voto de esa “mayoría silenciosa” e iniciar lo que en Nicaragua nos hace falta: Una Revolución de la Honestidad.
Por todo lo antes expresado, estamos pidiendo ayuda a toda la Comunidad Internacional y a todos los Organismos Internacionales de Apoyo y Protección a la Democracia, para que ejerzan algún tipo de presión sobre el gobierno de nuestro país con todos los medios que tengan a su alcance, de forma que sea persuadido de permitir la observación internacional en las próximas elecciones, y que cesen las violaciones a la Constitución y a los derechos de los nicaragüenses.
Tambien les solicitamos toda la asistencia posible para que Daniel Ortega sea enjuiciado por todos y cada uno de sus crímenes, ya conocidos por el mundo entero (Navidad Roja, entre ellos), al igual que a todos los que han sido sus cómplices en la sistemática destrucción de la institucionalidad y gobernabilidad de nuestro país
Si las naciones democráticas no nos auxilian en esta empresa de salvaguardar la pureza del proceso electoral del 6 de Noviembre del 2011, Nicaragua podría estar indefectiblemente perdida en todos los sentidos, pues ya Daniel Ortega con sus actitudes dictatoriales y sus pobres decisiones, ha venido realizando su mejor esfuerzo para aislarnos, provocando el retiro de la ayuda de la Comunidad Europea, y ahuyentando la inversión extranjera que tanto necesitamos para nuestro desarrollo económico y social.
Nicaragua está siendo saqueada, violada, escarnecida, y reducida a su más mínima expresión por aquellos malos hijos que juraron defenderla y protegerla. Los nicaragüenses estamos cansados de soportar tantas vejaciones, tanta pobreza y tanto desempleo, y de no poder ofrecer un futuro decente a nuestros hijos. Estamos cansados de tener que emigrar para buscar una vida mejor, y de ser testigos impotentes de cómo todo lo que más valoramos es impunemente destruido y pisoteado. Ejemplo de esto es el total desprecio e irrespeto de nuestra sagrada bandera azul y blanco que ha sustituido por la bandera rojinegra del partido de su propiedad en los actos oficiales y públicos. Ya estamos cansados de buscar justicia y jamás encontrarla y más bien terminar siendo victimizados por el mismo sistema que está supuesto a defendernos.
Y como corolario de todo lo antes expuesto, el Presidente Daniel Ortega envió tres iniciativas de Ley el pasado 26 de Noviembre a la Secretaría de la Asamblea Nacional, solicitando trámite de urgencia de las mismas, con la intención de que fueran aprobadas a más tardar el lunes 6 de Diciembre del 2010. Dichas leyes ya fueron aprobadas el día de hoy 13 de Diciembre de 2010 por 70 diputados del FSLN, a pesar de que violentan la Constitución Política, especialmente en lo pertinente a derechos ciudadanos fundamentales. Tanto apuro solo pudo deberse a que estas leyes le podrán ahora permitir llevar a cabo el reclutamiento forzoso de los ciudadanos (expresamente prohibido en el Artículo 96 de nuestra Constitución) y además, supeditar el poder civil al poder militar. Con esto, hemos dado un paso más a la instauración de su dictadura.
Los nicaragüenses no deseamos que se derrame más sangre, no queremos más guerra ni más violencia. Tampoco queremos ver a nuestros jóvenes siendo forzados a alistarse en el ejército para que un dictador vea coronados sus sueños de gloria a costas de nuestro dolor. Solo pedimos una oportunidad, un respiro en esta cadena de desgraciados gobiernos que nos han esclavizado y exprimido, para poder demostrarle al mundo que sí es posible hacer realidad nuestros sueños de democracia, paz y libertad. Deseamos que se nos respete nuestro derecho a la libre elección de nuestro destino, y que prevalezca la voluntad de la mayoría. Ya no queremos dictaduras ni imposiciones. Queremos paz, y eso depende directamente de que nuestros mas elementales derechos ciudadanos y humanos sean respetados. ¡No a la Reelección! ¡No al Continuismo! ¡No a la Dictadura!
Comment