En primer lugar, queremos manifestar nuestro agradecimiento por el esfuerzo que se observa de parte de la escuela y de su equipo por lanzar un nuevo proyecto, con renovadas energía y entusiasmo, para las actividades deportivas y culturales del Liceo. Valoramos enormemente el esfuerzo y consideramos que este proyecto, como todos los llevados a cabo por el colegio, tienen una importancia capital para la formación integral de nuestra/os hija/os.

Seguramente compartamos la convicción de que, como en todos los órdenes de la vida, todo proyecto cuando toma vida puede mejorarse de manera continua, nutriéndose de las sugerencias y de las distintas voces y visiones de todos los actores interesados. En este sentido, también valoramos la puerta abierta a la comunicación que manifiesta el equipo de actividades extracurriculares. Justamente por esto es que nos decidimos a escribir, confiados en que podemos contribuir a que este proyecto deportivo y cultural sea aún más integral y que esté a las alturas de las circunstancias de por dónde discurre el mundo como sociedad que avanza de manera inclusiva.

No podemos dejar de decir, a pesar de todo lo anterior, que sufrimos una enorme desilusión al observar que la escuela ha dado una marcha atrás, ha retrocedido en la antigüedad, en el sentido de ofrecer deportes sexuados.
Que la escuela ofrezca deportes sexuados (curricular o extracurricular) es para nosotros lo mismo que la escuela nos ofrezca una currícula hipotética como la siguiente: "Matemática y Tecnología" sólo para varones y "Artes plástica y Literatura" sólo para niñas. Si usted observara que una escuela en el mundo occidental ofreciera semejante currícula escolar, inequívocamente su sorpresa sería mayúscula y juzgaría que la escuela está atrasada en la historia. Con certeza juzgaría que los chicos y las chicas de esa escuela hipotética estarían siendo discriminados. De manera análoga, en los tiempos que corren, que la escuela ofrezca (curricular o extracurricular) deportes sexuados es, sin lugar a dudas, un acto de discriminación.

Llevando a la práctica la lógica que proponen en su proyecto, hoy en día si una alumna del Liceo Francés pide a sus padres hacer basket después de clases, estos padres tendrían que explicarle que no lo puede hacer, por la única razón que es niña, pero que sí puede hacerlo su hermano, porque es varón. Ella no, pero él sí.

Desde niños, uno les enseña que no tienen límites en las metas que quieran alcanzar, que todo está en sus deseos, en su mente, en su esfuerzo y en el trabajo que dediquen. Pero inmediatamente comienzan a crecer, advertimos que sus caminos y sus elecciones se cierran por estereotipos de género productos de antiquísimas ideas heredadas de lo que las niñas o niños son capaces de hacer o que deberían hacer. Estas ideas las encontramos en muchas partes. Sin embargo, en los tiempos que corren, estos estereotipos jamás deberían estar en una escuela.

Es importante que se advierta que los estereotipos de género, ubicuos, influyen en la vida de los niños y niñas, influyen en los estudios que seguirán (hoy en Uruguay, como en muchos lugares del mundo que quieren avanzar, hay una fuerte preocupación por la escasez de mujeres en las ciencias y se destinan enormes esfuerzos para reparar esta situación).

Es importante que se advierta que, dada la ubicuidad de estos estereotipos, que se repiten una y otra vez en la vida de nuestros niñas y niños, se enquistan en sus mentes y les modelan las preferencias, los gustos y las decisiones.

Es importante que se advierta dónde están estos estereotipos, y es importante también que se adviertan sus consecuencias. Sin dudas, reconocerlos es el primer paso para romper los moldes de vida que nos dan los estereotipos de género.

Por todas estas razones, queremos pedirles que se reconsidere la decisión de ofrecer deportes o cualquier actividad sexuada. Incluso se deberían promover competiciones donde el equipo del Liceo Francés participe como un equipo mixto, al menos en primaria. Las competiciones no deberían ser un obstáculo para avanzar contra la discriminación. Queremos pedirles, por tanto, que rompan los moldes de género y permitan que nuestros hijos e hijas puedan basar sus elecciones en sus gustos como personas, como seres humanos y no tomar decisiones basadas en su género.

El próximo jueves es 8 de marzo y, con el antecedente de las actividades escolares del año pasado, suponemos que la escuela hará referencia al Día Internacional de la Mujer y a la no discriminación. En este contexto, observar los dos hechos en simultáneo (conmemoración del 8 de marzo y ofrecer deportes sexuados) nos parece una tremenda contradicción en la vida de una institución y en el mensaje a la comunidad escolar y, por sobre todo, sería una tremenda contradicción en la enseñanza en valores a los estudiantes.

Agradecemos desde ya su atención y aguardamos respuesta para conocer la factibilidad de una modificación de la propuesta para el año en curso.

Estas son las familias que se han ido adhiriendo:

Familia Bianchi-Santos

Familia Daude-Robano

Familia Jouault-Roldán

Familia Solanas-Moore

Familia Soroa-Guirin

Familia Zinno-Lorente

Familia Platas Vandendriessche

Familia Hounie -Licio

Familia Livni - Escuder

Familia Levrero - Nieto

A.Massaferro

Familia Sanchez - Fernandez

M.Perez

E.Hoffmann

M.Risso

G.Carvallo

P.Bianco

N.Elena

Familia Solanas - Moore

Familia Miklaszewicz - Blitzer