Señor Presidente de la República Don Elías Antonio Saca González Presente: Como salvadoreño/a estoy preocupado/a por la posible explotación minera en el país. Mi preocupación parte de que la minería metálica es inviable en El Salvador, dada nuestra pequeñez territorial, alta densidad poblacional y la crisis hídrica. Así lo sostienen el ex ministro Hugo Barrera, la Comisión Nacional de Desarrollo (CND) y la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES); y lo demuestran diversos estudios técnicos presentados por las organizaciones de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN). Mi temor aumenta al saber que, según la información disponible y los argumentos de los expertos, la minería de metales causarían daños como los siguientes: 1. Terminaría nuestra agua, que es un bien común y un Derecho Humano fundamental. Esto, porque sólo una mina pequeña usa en un día la misma cantidad de agua que una familia consume durante 30 años. 2. Amenazaría nuestra seguridad alimentaria, porque el agotamiento y la contaminación del agua dañan la agricultura, ganadería, pesca, turismo, industria y demás actividades productivas. 3. Pondría en peligro nuestra vida, debido a las enfermedades mortales provocadas por la contaminación con cianuro, metales pesados y drenaje ácido. Es por eso que la CEDES plantea que “al estar en peligro la Vida Humana, aunque se puedan obtener algunos beneficios económicos, no debe permitirse la explotación minera. Ninguna ventaja material se puede comparar con el valor de la vida humana”. Por tanto –y haciendo uso de mi derecho a petición, establecido en el artículo 18 de la Constitución de la República- le solicito: - negar los permisos de explotación a las empresas mineras y - pedir a la Asamblea Legislativa aprobar una ley que prohíba la minería de metales en nuestro país.

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