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El Carácter de Dios va ser Reivindicado por la Unidad

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La Iglesia Adventista del séptimo día fue establecida por Dios 149 años atrás, con el único propósito de representar a Su caracter al mundo. Como un cuerpo de la Iglesia, dentro de nuestra organización y como individuos, se nos ha dado la gran oportunidad y comisión para difundir el mensaje hermoso, que el carácter de Dios, gobierno y ley se basan en el amor por "cada nación, lengua y pueblo". Hemos sido asesorados que cuando su carácter es complenamente revelado dentro de Su pueblo, y por eso dentro de su iglesia, Jesús regresará en la "Gran Aparición", por lo tanto cumpliendo con el significado de nuestra larga espera el nombre de nuestra organización es "Adventista".
 
Cuando el carácter de Cristo sea perfectamente reproducido en su pueblo, entonces El vendrá a reclamarlo como suyo. (Ilustraciones de Cristo, 69).
 
Asimilar al carácter de Dios no es tarea fácil y de hecho no se puede realizar a menos que sea la mediante el trabajo del Espíritu Santo en la vida de cada miembro de la iglesia,  líder de la iglesia y organización.  Algunos han cuestionado la importancia de representar a Dios a través de órganos oficiales, pero uno de los aspectos del Gobierno de Dios y por lo tanto de su carácter, es orden, "pero hágase todo decentemente y con orden..." (1 Corintios 14:40).  Es esta ley y el orden que Lucifer desafio en el cielo a través de su rebelión, y es esta ley de amor y orden que Dios quiere restaurar en el hombre. (La Gran Controversia, 494.2)
 
A la luz de las recientes decisiones hechas por la Conferencia de la Unión del Pacífico en 19 Agosto del 2012, se escribe esta carta en nombre de miembros individuales interesados de la Iglesia Adventista del Séptimo día y específicamente la Conferencia de la Unión del Pacífico.  La intención de esta carta no es discutir la base bíblica por o contra la cuestión específica de la ordenación de mujeres.  En cambio, la intención de esta carta es implorar al pueblo de Dios a reunirse en el espíritu de amor a través del poder del Espíritu Santo.
 
Como nuestra intención es recuperar la unidad del amor dentro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en todo el mundo, nosotros los firmantes de abajo no apoyamos la reciente decisión de la Conferencia de la Unión del Pacífico para ir en contra del Comite de la Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día respecto a la ordenación de mujeres. Creemos que al hacerlo asi finalmente marca la imagen de Dios en su iglesia y su pueblo creando desarmonia y confusión como se indica en los ejemplos siguientes.
 
1). Como cristianos Adventistas del Séptimo Día, creemos que como iglesia y como individuos cada uno representamos a Dios. También creemos que estamos para proporcionar una voz unificada para el mundo cristiano y no cristiano el mensaje final del Dios de misericordia dado en el mensaje  del 3er. Angel de Apocalipsis 14. Pero, ¿cómo vamos a hacer esto si nosotros estamos representando al mundo un frente desunido?  Cuando otras iglesias han sufrido decisiones divididas atrayendo a los medios de comunicación, y el mundo ha visto a menudo confundidos sobre lo que realmente creen los cristianos que pretenden la unidad de los creyentes.  Algunos de nosotros hemos escuchado personalmente a jóvenes denunciando a cristianos durante tal caos.  Así, como representantes de Dios en la tierra necesitamos presentar un cuerpo unificado.
 
2). Aunque para muchos, la cuestión de la ordenación de mujeres es de gran importancia, nos preguntamos sobre la magnitud, que esta controversia ha desviado la atención de los Adventistas del Séptimo Día de quizás el más importante principio fundamental de propagación de la segunda venida de la buena nueva de Jesús, la importancia de la ley de Dios como una manifestación de su carácter de amor, la belleza en la creencia de que sólo aquellos que han muerto con una fe en Jesús están durmiendo esperando su pronto retorno y el método de Jesús de la salvación como se muestra en el Santuario del cielo.  Si nosotros, como Adventistas del Séptimo Día, en lugar de gastar nuestra energía, tiempo y recursos del almacén de Dios en controversia divisiva, sería más bien individualmente estudiar la cuestión de la ordenación de las mujeres en las escrituras y el Espíritu de Profecía y luego aguardar pacientemente el consenso por la iglesia mundial en su próxima Secion General, sin falta, tendríamos más tiempo para compartir con el mundo de las verdades del pilar anterior que glorifican el carácter de Dios.  Y quién puede saber, pero quizás Jesús regresaría antes de que se tome la decisión final por la Conferencia General.  Pero, incluso si él no vuelve entonces, ¿cuántas más personas nosotos pudimos haber estado dispuestos a salvar para el Reino de Dios?
 
3). Para cuestionar la exactitud de un determinado principio o creencia en el espíritu de amor, usando la Biblia como única autoridad, es sano y bueno y es cómo los apóstoles se acercaron a la controversia dentro de la Iglesia primitiva (Hechos 17:11, Hechos 15).  Sin embargo para ejemplificar la conducta desordenada a través de voces enojadas, animando, bromeando, criticando el liderazgo y otros tales métodos no representan el carácter de Dios, ni es la forma en que conduce el Espíritu Santo.  Si tales métodos son empleados, conduce al observador a la pregunta qué espíritu está liderando el movimiento.  Si bien es cierto, que las emociones son muy profundas sobre este tema, así como otros, las emociones no pueden y no deben ser ejemplificadas de esta manera, pero más bien ser subyugadas por el trabajo del Espíritu Santo, si el carácter de Dios es revelado por su pueblo al mundo.
 
4). Una decisión de ir contra la Conferencia General y para esa materia, los estatutos propios de la Conferencia de la Union del Pacifico podrían conducir cualquier conferencia o incluso cualquier iglesia o en definitiva cualquier individuo a ir en contra de las creencias establecidas y los principios de la Conferencia General de Adventistas del Séptimo Día mientras esten todavía manteniendo y adorando bajo el nombre de Adventistas del Séptimo Día.  Aunque la gravedad de la ordenación de la mujer no es una creencia de pilar, ¿qué es para detener la precedencia donde una Conferencia puede decidir por sí mismo cómo difiere de la iglesia mundial?  En aras de argumento, sólo supongamos por un momento que una Conferencia desea apoyar el principio de espiritualismo, en forma de misticismo, oponiendo el principio bíblico de la no inmortalidad del alma, o una iglesia decidió oponerse a la creencia literal de la segunda venida, y es posible que algunos incluso podrían argumentar que el culto de Sábado, el Sábado por la mañana es demasiado difícil para algunos en la congregación y el servicio de Sábado de noche o el Domingo por la mañana ¿sería más fácil?  Aunque estos son ejemplos extremos de Conferencia, iglesia o deformación individual, una vez precedidos han hecho que la desunidad en la Iglesia de todo el mundo es aceptable, no hay ningún final a la desunión y la fragmentación de la Iglesia.   La Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día como un cuerpo ayuda a establecer pautas en cuanto a lo que, según creen en todo el mundo, y es la única forma de mantener el orden entre nuestra Organización es continuar funcionando como un solo cuerpo, por las decisiones tomadas bajo la dirección de Dios por la Conferencia General en la sesión.  Hemos sido asesorados que este órgano, la Conferencia General en sesion, con representantes de todo el mundo, hablando como la voz de Dios en la tierra.   ¿Como queremos ejemplificar el carácter de Dios, quienes no estamos para escuchar esta voz?
 
"Cuando, en una Conferencia General, el juicio de los hermanos reunidos de todas las partes del campo, es ejercitado, independencia privada y juicio privado no deben ser obstinadamente mantenidos, pero rendidos. Nunca debe un obrero considerar como una virtud el mantenimiento persistente de su posición de independencia, contraria a la decisión del cuerpo general... Dios ha ordenado que los representantes de su iglesia de todas las partes de la tierra, cuando sean reunidas en una Conferencia General, tendrán autoridad.   El error que algunos están en peligro de cometer, es dar a la mente y el juicio de un hombre, o de un pequeño grupo de hombres, la plenitud de la autoridad e influencia que Dios ha investido en su iglesia, en el juicio y voz de la Conferencia General montado para planear para la prosperidad y avance de su obra."— Testimonios para la Iglesia 9:260, 261.
 
5). Desde que los pastores son ordenados en la Conferencia General mundial de Adventistas del Séptimo Día y no en una división local, conferencia o una iglesia ¿Cual seriá el resultado de una mujer ordenada en la Conferencia de la Unión del Pacífico quien luego es transferida a otra conferencia o división que no practica la ordenación de mujeres?  ¿En qué papel ella funcionará en su nueva Conferencia, y qué tipo de confusión es el resultado dentro de su nueva conferencia local e iglesia?  Como ya hemos establecido, Gobierno de Dios esta basado en el amor y orden, y él nos implora como sus embajadores para representar este amor y orden en la iglesia y en nuestras propias vidas personales como dice en 1 Corintios 14:40.  ¿Cómo puede ser ejemplificado el carácter de Dios de amor y orden si hay confusión sobre el papel y función de los ministros ordenados de Dios del Evangelio?
 
6). Desde el principio del tiempo, Dios ha ofrecido libre albedrío a todos, para decidir por sí mismos si le aman o no.  Aunque Dios quiere que todos sean salvos, Sus principios y planes no forzan las personas u organizaciones a respetar.  Por supuesto, sabemos que aunque Dios nos permiten tener libertad para elegir lo correcto o incorrecto, si se elige mal, hay ramificaciones.  Pero, incluso con la ramificación de la muerte por el pecado, Dios provee una salida por medio de Jesucristo: "La paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna por medio de nuestro Señor Jesucristo" (Romanos 6:23).  Insistiendo en la ordenación de mujeres, a pesar de lo que previamente ha decidido la iglesia mundial, estamos, en esencia, diciendo, "Esto es lo que estamos haciendo, guste o no". En nuestra opinión, esto no refleja los métodos de Dios de tratar a la humanidad, en que, independientemente de donde nosotros como creyentes estamos sobre ordenación de la mujer, cómo forzar a la iglesia mundial para que coincidiera con la ordenación de las mujeres independientemente de las ramificaciones que estan potencialmente dividiendo la Iglesia. ¿Encaja con el gran sufriente amor del carácter de Dios?
 
En conclusión, creemos que la decisión de la Conferencia de la Unión del Pacífico al ordenar a mujeres, a pesar de la recomendación actual de la Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día al contrario marca la imagen del carácter de Dios dentro de su pueblo.  Nosotros, los  firmantes de abajo, por lo tanto, imploramos a cada Comité Ejecutivo de cada Conferencia dentro de la Conferencia de la Unión del Pacífico que consideren no apoyar las medidas adoptadas por la Conferencia de la Unión del Pacífico y por el contrario, optar por seguir la posición actual tenida por la Conferencia General de los Adventistas del Séptimo Día y como se ha señalado en los estatutos de la Conferencia de la Unión del Pacifico y cada conferencia local hasta una recomendación final sobre la ordenación de la mujer se hace en la próxima Conferencia General en la sesión.   Dicha acción en nombre de los diversos comités ejecutivos con la Conferencia General sería de conformidad con las recientes medidas adoptadas por otras conferencias, como las Conferencias de Pennsylvania y Mountain View en relación con la Conferencia de la Unión de Columbia.
 
Creemos que estando en pie con nuestra Iglesia de todo el mundo y la estructura de la organizacion que fue establecida por Dios, más plenamente representaremos Su carácter a nuestros propios miembros de la Iglesia y al mundo.  Por ello, en lugar de ser visto como fomentar un espíritu de desunión dentro de las filas, no sería mucho más hermosa ser conocida como un cuerpo cristiano que, aunque tenemos desacuerdos, nuestra principal preocupación es el amor a Dios ejemplificado en nuestro amor por nuestros hermanos creyentes, mediante el respeto y los acuerdos, independientemente de creencias personales.  Cuando esto suceda, creemos que el carácter de Dios va ser reivindicado y los planes de Satanás para dividir la Iglesia de Dios seran frustrados.

(Cualquier solicitud de donación no es generado por los autores de esta petición.)

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