Honorables Señores Diputados, Nosotros, los SALVADOREÑOS cristianos, reconocemos la dignidad inconmensurable de toda persona, incluyendo aquellos con atracción al mismo sexo, y rechazamos el odio, la discriminación y el trato injusto contra cualquier persona. Nuestra convicción profunda de la institución del matrimonio como la unión complementaria y fecunda de un hombre y una mujer, no niega nuestra preocupación por el bienestar de todas las personas, sino que la refuerza. Por eso, si bien todas las personas merecen respeto, no cualquier tipo de relaciones procuran el mismo bien común que el matrimonio entre marido y mujer ofrece. La Constitución - pacto social de todos los salvadoreños - debe reflejar esta realidad. Consecuentemente, les solicitamos que ratifiquen a la mayor brevedad las reformas constitucionales de los artículos 32, 33 y 34, orientadas a la salvaguarda del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer así nacidos y la defensa del derecho de los niños a tener una mamá y un papá. No está de más recordarles que dicha reforma, fue aprobada por todos los institutos políticos representados en la Asamblea Legislativa y ustedes, en su calidad de portavoces del pueblo, asumieron libre y voluntariamente el compromiso de ratificarla. El periodo para el cual fueron electos está por terminar y vemos con preocupación y extrañeza que no existen hechos concretos o voluntad real de algunos de honrar su palabra. Las acciones que tomen al respecto influirán, de manera contundente, en nuestra decisión de voto para las próximas elecciones. Como sociedad, los salvadoreños, queremos creer en ustedes, cumplan el compromiso adquirido en este punto específico y esencial de nuestra Fe